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Análisis de Ciclo de Vida de un vino de Cerdeña
El Análisis de Ciclo de Vida evalúa los impactos medioambientales de un producto, servicio o evento, considerando todas las fases de su ciclo de vida. Este artículo pretende ilustrar de qué manera esta herramienta se utiliza en la práctica para evaluar los impactos de productos de consumo diario, como por ejemplo, el vino. La infografía que presentamos a continuación está basada en un estudio real de la Universidad de Sassari en Cerdeña, Italia (el enlace al estudio completo se encuentra al final de la infografía).
¿Cuál es el objetivo del estudio?
Evaluar los principales impactos ambientales en la producción de una botella de vino de Cerdeña.
¿Qué unidad funcional se utiliza?
La unidad funcional, en la cual se basa todo el ACV es una botella de Vermentino di Sardegna de 0.75 litros. Considerando la unidad funcional como base para los estudios de ACV nos permite comparar distintos tipos de materiales (botella de cristal, de plástico, de cartón), siempre y cuando el volumen considerado sea de 0.75 litros en todos los casos.
¿Qué fases del proceso de producción del vino están incluidas?
En el estudio se considera un planteamiento de la Cuna a la Puerta. Esto significa que las fases incluidas en él cubren desde la extracción de recursos naturales hasta que las botellas de vino abandonan la planta embotelladora. En este caso, estas fases se han dividido en 4.
Otros estudios consideran planteamientos de la Cuna a la Tumba (desde la extracción de recursos naturales hasta la fase de desecho por parte del consumidor) o de Puerta a Puerta (incluyendo solamente aquellas fases asociadas a la producción).
¿Qué categorías medioambientales se tienen en cuenta?
El estudio tiene en cuenta 4 categorías ambientales, eligiendo aquellas más relevantes desde el punto de vista de la producción de vino:
¿Qué muestran los resultados?
La fase responsable del mayor impacto ambiental en 3 de las 4 categorías evaluadas (calentamiento global, acidificación y agotamiento de recursos abióticos) es la del embotellado del vino. Esto se debe fundamentalmente al proceso de producción de botellas de cristal, que resulta ser bastante intensivo de cara al consumo de recursos (gas natural, lignito, crudo, grandes cantidades de agua). Por otra parte, la fase de plantado de viñas es la que presenta un mayor impacto ambiental cuando hablamos de eutrofización, básicamente debido a las emisiones asociadas al uso de combustibles fósiles en los tractores. Es bastante llamativo observar como el proceso de producción del vino apenas tiene impacto en comparación con las demás fases, con valores situados entre el 0 y el 1% para todas las categorías.
Las emisiones de CO2 asociadas a cada botella de vino son de 1.64 kg (equivalentes de CO2).
¿Qué recomendaciones se sugieren en torno a la producción de botellas de cristal y las emisiones asociadas al uso de combustibles fósiles?
La autora sugiere (al igual que en estudios similares) algunas soluciones para poder disminuir el impacto de la producción de botellas: reducir el peso de cada una de ellas (reduciendo al mismo tiempo la cantidad de recursos y energía necesarios en el proceso) e incrementar la proporción de botellas recicladas en origen (volviendo al productor para su reutilización o reciclaje). Esta última opción parece bastante razonable bajo mi punto de vista, ya que el cristal no se degrada fácilmente al ser rellenado varias veces y eliminaríamos la necesidad de usar más materiales o energía para producir nuevas botellas. El uso de biocombustibles se presenta como alternativa al uso de diesel en tractores. Sin embargo, cabe tener en cuenta que incluso la Unión Europea está frenando en su afán de expansión del mercado de los biocombustibles. Cada vez hay más evidencia científica de que la modificación del uso de la tierra y la deforestación, especialmente en zonas de turberas, pueden incluso incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero, minimizando el efecto del uso de biocombustibles con respecto a combustibles convencionales.
Conclusiones y recomendaciones
La autora califica este estudio como preliminar, y considera que en el futuro la calidad de los datos y los límites del sistema deben ser reevaluados. Impactos medioambientales asociados al transporte, el desecho de botellas o la aplicación de pesticidas no han sido incluidos, y pueden ser muy relevantes.
Teniendo en cuenta los resultados del estudio, los fabricantes de vino de la zona pueden tomar decisiones acerca de cómo implementar cambios en sus procesos productivos, para incrementar la eficiencia y reducir el impacto medioambiental. Como consumidores, nuestro granito de arena consiste en la compra de vino biológico y/o orgánico (generalmente producido en extensiones más pequeñas de manera poco intensiva, y haciendo un uso limitado de pesticidas). Si en nuestra región es posible, debemos utilizar los sistemas de recuperación de botellas y en último lugar, acudir al reciclaje.
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