¿Qué son los Mercados de Carbono o sistema de comercio de Bonos de carbono?

El sistema de comercio de Bonos de carbono o de certificados de reducción de emisiones de GEI es la piedra angular de la política de la Unión Europea para combatir el cambio climático y su herramienta clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero industrial rentable.

Un sistema de 'cap and trade' 

El sistema de "cap and trade" o de tope y comercio en español es un sistema sencillo y afecta a todas las empresas emisoras directas de GEI como las centrales eléctricas.

El sistema se basa en los incentivos económicos como herramienta para que las empresas privadas contribuyan a la mejora la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO₂ como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. La transacción de los bonos de carbono —un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono— permite mitigar la generación de gases invernadero, beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido.

Las reducciones de emisiones GEI se miden en toneladas de CO2 equivalente, y se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas (CER). Un CER equivale a una tonelada de CO2 que se deja de emitir a la atmósfera, y puede ser vendido en el mercado de carbono a países del Anexo I (industrializados, de acuerdo a la nomenclatura del protocolo de Kioto). Los tipos de proyecto que pueden aplicar a una certificación son, por ejemplo, energía renovable, mejora de la eficiencia energética de procesos, reforestación, limpieza de lagos y ríos, etc.

Sin embargo, los críticos del sistema de venta de bonos o permisos de emisión, argumentan que la implementación de estos mecanismos tendientes a reducir las emisiones de CO2 no tendrá el efecto deseado de reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, como tampoco de reducir o retardar la subida de la temperatura. 

El sistema "cap and trade" se basa en que se emiten una serie de bonos de emisión y se reparten entre las empresas. Si sumamos todos esos bonos se alcanza el "cap" o tope de emisión. La idea consiste en que si una empresa necesita emitir más que los bonos que ha obtenido, deberá comprarlos a otras empresas que les sobren. De este modo cada empresa hace sus cálculos y números y en ocasiones se encuentran con que la instalación de tecnología para reducir la emisión de GEI es menor que el coste de adquirir más derechos de emisiones y además si le sobran estos bonos, puede venderlos y obtener así mayor recuperación de la inversión. Además, si al terminar el año la empresa ha emitido más cantidad que la que los bonos le permitían (propios+adquiridos), se enfrenta a fuertes multas. Si en cambio le sobran, puede guardarlos de un año para otro, para cubrir emisiones futuras. Este tope o "cap" se reduce cada año de modo, que adquirir bonos en el mercado cada vez es más costoso pues hay menos oferta.

La idea es sencilla y en teoría es buena, y aunque muchos estén en contra de las medidas financieras, han resultado ser una de las más eficaces en cuanto a "obligar" a las empresas para que por fin actualicen sus procesos y tecnologías. De hecho, este sistema de "cap and trade" de bonos de carbono ha conseguido que el Calentamiento Global haya sido incluido en la agenda de los consejos de administración y sus departamentos financieros de toda Europa. 

Además, uno de los puntos positivos de esta estrategia es que una de las maneras de adquirir bonos de carbono internacionales, es reducir las emisiones en países en desarrollo a través de la inversión en tecnologías limpias y soluciones de bajas emisiones de carbono, actuando como motor de inversión y haciendo llegar nuevas tecnologías a donde sino sería difícil que llegasen.

Como toda estrategia, esta también tiene sus puntos negativos. De hecho, muchos especialistas están en contra de el "cap and trade" por considerarlo insuficiente como herramienta de lucha contra el cambio climático. Sus principales punto negativos son:

En un sistema difícil de auditar y controlar, y desafortunadamente, muchas empresas falsean sus números y emisiones y los bonos de carbono no coinciden con las emisiones reales.

Al tratarse de un sistema que aplica exclusivamente a las grandes industrias emisoras de GEI, sectores como el transporte y la ganadería quedan fuera "de la lupa". 

Además, al tratarse de un sistema que afecta a industrias, el ciudadano de a pie no toma responsabilidad de su impacto en el calentamiento global y relega toda la responsabilidad en empresas y administraciones.

El sistema no tiene en cuenta otras fluctuaciones como la crisis económica. Se ha dado el caso de empresas que ganan más dinero deteniendo sus producciones y prescindiendo de trabajadores, que produciendo e invirtiendo en tecnologías limpias. Por tanto, muchos expertos plantean que los incentivos de los bonos de carbono no son suficientes para empujar a las empresas a la inversión (más info en inglés)

En definitiva, puesto que el Cambio Climático es un problema global, las decisiones y acciones deben ser tomadas a nivel global también y sobretodo deben de ser llevadas a cabo por todos los agentes implicados: industrias, empresas, administración y ciudadanía. El sistema de mercados de carbono es una herramienta de reducción de emisiones de carbono, pero sólo una más de la multitud de acciones que pueden (y deben) llevarse a cabo.

Puedes consultar los precios de la tonelada de CO2 en el mercado en http://www.sendeco2.com/

"Cap and trade" de la UE en números

El primer (y el más grande) sistema internacional de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, cubre más de 11.000 centrales eléctricas y plantas industriales en 31 países, así como compañías aéreas.

Participan 28 países europeos así como Islandia, Noruega y Liechtenstein.

Cubre alrededor del 45% de las emisiones GEI de la UE.

Los límites de emisión afectan a:

Más de 11.000 instalaciones eléctricas e indsutrias de manufacturación

Compañías aéreas que operan en la UE y países de la EFTA.