¿Te has preguntado alguna vez desde dónde vienen los alimentos que cada día pones en tu mesa? ¿desde el supermercado? esa la respuesta fácil, inténtalo otra vez...así es, muchos de los alimentos que comes cada día recorren miles de kilómetros antes de llegar al supermercado de la esquina y posteriormente a tu plato. De hecho, ¡¡¡recorren una media de 4.000 kilómetros!!! Y si no me crees, haz la prueba, ve a la despensa y comprueba la etiqueta de los alimentos y fíjate en el origen de la fruta y verduras la próxima vez que hagas la compra.
Y ahora la siguiente pregunta, ¿qué significa que los alimentos recorren kilómetros antes de llegar a nuestra nevera? Pues en primer lugar significa que cuando tomas un tomate que viene por ejemplo de Marruecos, no sólo te estás tomando el tomate, sino que estás "sacando" de Marruecos todo el agua que se ha necesitado para su plantación y riego (y como sabes el agua es un bien muy escaso).
Pero básicamente el consumo de alimentos no producidos en España conlleva un elevado uso de carburantes debido al transporte y un alto consumo de energía para mantener la comida refrigerada, es decir, emisiones de CO2, es decir, implica un aumento de potencial de Calentamiento Global.
¿Qué es lo que puedes hacer para evitarlo? Es mucho más sencillo de lo que parece, por un lado, España tiene la gran suerte de contar con las condiciones adecuadas para producir fruta, verduras y hortalizas durante todo el año (gracias a los invernaderos), incluso frutas exóticas como aguacate o kiwis son cultivados en España por lo que una de las acciones que está en tu mano es comprar alimentos que hayan sido cultivados y producidos en España (no sólo es ético ambientalmente, sino también socialmente).
Además, ¿realmente necesitamos consumir esas frutas exóticas de países lejanos? ¿te has parado a pensar cuál es el precio real de consumir esos mangos que vienen desde el otro lado del charco? con esto no queremos decir que haya que evitar alimentos que se producen fuera de nuestro país, pero tenemos que ser conscientes como consumidores de nuestras decisiones y por tanto de nuestros impactos sobre el medio ambiente.
Por poner un ejemplo, si comparamos la huella de carbono de un tomate cultivado en Almería o un tomate cultivado en Marruecos, aun a pesar del impacto ambiental asociado al uso de invernadero, el tomate que viene de marruecos tienes unas emisiones muy elevadas debido únicamente a su transporte.
Además, sobre todo en el caso de alimentos frescos como la fruta y la verdura, muchos de ellos son recogidos de las plantaciones antes de estar "en su punto" y se mantienen a baja temperatura para que así resistan las largas horas de viaje (generalmente en barco o camión), de modo que cuando llegan a nuestra mesa han perdido parte de sus propiedades (además de las organolépticas).
En definitiva, la próxima vez que hagas la compra no pienses sólo en tu bolsillo o en tu estómago, piensa también en tu planeta y en la herencia que queremos dejar a futuras generaciones.
Y si tienes curiosidad de calcular la huella de carbono asociada al transporte de los alimentos que compras puedes utilizar la calculadora de la web http://www.alimentoskilometricos.org/.
Y si tienes curiosidad de calcular la huella de carbono asociada al transporte de los alimentos que compras puedes utilizar la calculadora de la web http://www.alimentoskilometricos.org/.
A continuación os dejamos unos consejos muy sencillos:
Buen trabajo de "Amigos de la Tierra"
ResponderEliminarhttp://www.tierra.org/alimentos-kilometricos-calcula-el-co2-de-tu-cesta-de-la-compra/